Un hombre apareció muerto en su casa: se apuñaló separando hamburguesas congeladas

Barry Griffiths, la víctima, se encontraba en su cama, con el estómago hinchado. En el lugar no se comprobó desorden y las pertenencias de valor no habían sido tocadas.

A partir de allí se inició un proceso de investigación en el que se perdieron pruebas y no se preservó la escena, lo que complicó el caso.

Meses más tarde, personal forense revisó fotografías del cadáver y reexaminó la autopsia inicial. Según Western Telegraph, los científicos probaron que la causa de la muerte era la pérdida de sangre por herida de objeto punzante.

Pero nada indicaba que Griffiths hubiera sido asesinado, y tampoco había pruebas de que se tratara de un suicidio.

"Mi razonamiento fue que la herida había sido causada por un accidente que solo afectó al señor Griffiths. El cajón inferior del congelador se había dejado abierto y se había tirado hacia adelante para poder acceder a los alimentos”, explicó el jefe del equipo forense.

"En la encimera de la cocina, junto a la heladera, había dos hamburguesas crudas, un cuchillo y un repasador, y la herida en el abdomen habría estado aproximadamente a la altura de la superficie de trabajo. Mi hipótesis en ese momento era que el Sr. Griffiths estaba intentando separar hamburguesas congeladas con un cuchillo".

Esta hipótesis fue fortalecida luego de saber que la víctima tenía un brazo semiparalizado producto de un derrame cerebral sufrido en el pasado.