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SUSCRIBITEDe cada 100 personas que sufren un paro cardíaco, solo 15 sobreviven y 2 lo hacen sin secuelas.
En Uruguay, cada año se registran alrededor de 2.000 muertes súbitas de origen cardíaco, y donde los eventos cardiovasculares son la principal causa de fallecimiento, la rápida respuesta en emergencias es crucial. En este contexto, la ONG Helpers se destaca como una red vital de voluntarios capacitados en reanimación cardiopulmonar (RCP), ofreciendo una respuesta efectiva a esta problemática.
De cada 100 personas que sufren un paro cardíaco, solo 15 sobreviven y 2 lo hacen sin secuelas. Esta alarmante estadística resalta la importancia de actuar con rapidez y precisión en situaciones críticas. Helpers ha salvado casi 400 vidas a través de su programa de capacitación, que ha formado a más de 9.000 voluntarios en Uruguay.
La historia de Alberto Buszkániec ilustra la importancia de estar preparados ante emergencias de salud en eventos públicos. Buszkániec, un hombre que asistió a una función del ballet del Sodre, fue invitado a subir al escenario a bailar. Sin embargo, durante la presentación, sufrió un paro cardíaco.
"De un momento a otro no me acuerdo más de nada", recordó después de su recuperación. Gracias a la rápida intervención y el uso de un desfibrilador, logró sobrevivir. "Volví a nacer", afirmó, subrayando la importancia de contar con equipos de reanimación y personal capacitado en lugares públicos.
La intervención inmediata de Sofía Macció y Ana González, dos voluntarias de Helpers, fue determinante.
"Empecé a hacerle RCP. Esto es una emergencia, me dije", dijo Sofía, quien junto a Ana utilizó un desfibrilador para reanimarlo en solo cuatro minutos.
Gaspar Reboledo, director de capacitaciones de Helpers, sostuvo que la organización no busca reemplazar a los servicios de emergencias móviles, sino complementarlos.
"Sembramos en cada rincón del país personas capaces de brindar primeros auxilios hasta la llegada de los profesionales", indicó. La ONG utiliza una aplicación móvil que permite conectar a los voluntarios con aquellos que se encuentran más cerca en caso de emergencia.
El entrenamiento recibido por las voluntarias fue clave para su efectiva actuación. Ana sostuvo: "Me vi haciendo el curso, y esto es vital que sepamos todos. La gente tiene que saber hacer RCP". Reboledo coincide, subrayando que la capacitación puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Alberto, tras su experiencia, se siente "perfecto" y reflexionó: "Tuve muchas emociones, pero lo bueno es saber qué hacer".
Para aquellos interesados en aprender RCP y unirse a esta red de voluntarios, Helpers ofrece oportunidades de capacitación. Se pueden comunicar al 099 711 611 o visitar su sitio web: helpers.ngo.
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