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SUSCRIBITEEn Uruguay, unas 35.000 personas tartamudean, siendo los varones los más afectados: cuatro de cada cinco personas con esta condición son hombres.
Cada 22 de octubre, el Día Internacional de la Tartamudez buscó generar conciencia y brindar apoyo a las personas que convivieron con esta condición. En Uruguay, alrededor de 35.000 personas tartamudean, siendo predominantemente varones, ya que se presenta en cuatro de cada cinco casos. A pesar de las creencias populares, la tartamudez no estuvo relacionada con la inteligencia, el nerviosismo ni el estrés.
Andrés, un joven de 29 años, vivió con la tartamudez toda su vida. Para él, esta condición fue un rasgo que lo acompañó y lo definió; "No recuerdo un momento sin tartamudez", afirmó, y sostuvo que, a pesar de los desafíos, sintió que esta parte de su vida lo moldeó.
Por su parte, Pablo, un fonoaudiólogo que también enfrentó la tartamudez desde niño, decidió dedicar su carrera a ayudar a otros que atravesaron la misma situación. "Yo quería especializarme en tartamudez", explicó, subrayando que era fundamental ofrecer apoyo a quienes sintieron que eran los únicos en su lucha.
La tartamudez, que puede aparecer entre los 2 y 5 años, afectó múltiples dimensiones de la vida de una persona. Claudia Villalba, fonoaudióloga especialista, señaló que "es una alteración de la fluidez del habla" que no solo afecta el aspecto motor, sino también el emocional.
"Los días malos pueden potenciarse, y hay lugares con mucha gente donde es difícil estar", indicó Pablo, quien recordó que decirle a alguien que "hable tranquilo" no fue útil y pudo agravar la situación.
En Uruguay existe una Asociación Uruguaya de Tartamudez que ofrece grupos de ayuda tanto para niños como para adultos, brindando un espacio de contención y apoyo. La meta es que quienes padecen tartamudez sepan que no están solos en este camino.
Además, Pablo animó a los padres de niños con esta condición a acercarse a la asociación para recibir orientación y apoyo. "Saber que no están solos es crucial", afirmó, enfatizando la importancia de fortalecer a los niños durante su infancia y adolescencia, etapas que pueden ser particularmente difíciles.
A través de iniciativas como estas, se espera no solo generar conciencia sobre la tartamudez, sino también fomentar un entorno más comprensivo y solidario para quienes viven con esta condición. En un mundo donde las palabras no siempre fluyen, el apoyo y la comprensión pueden marcar la diferencia.
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