El pasado 24 de diciembre, un niño de diez años sufrió una descarga eléctrica mientras jugaba en el fondo de un almacén ubicado en la zona de Pando, Canelones.
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SUSCRIBITEEl menor tocó un tejido metálico y sufrió una descarga eléctrica. Al advertir la situación, otros niños alertaron a los padres, quienes encontraron al pequeño inconsciente.
El pasado 24 de diciembre, un niño de diez años sufrió una descarga eléctrica mientras jugaba en el fondo de un almacén ubicado en la zona de Pando, Canelones.
El incidente, que se produjo en una tarde lluviosa, dejó al menor en estado crítico y generó dos paros cardíacos durante su traslado al hospital.
El niño había acompañado a sus padres al almacén, un lugar frecuentado por familias de la zona. Mientras los adultos realizaban sus compras, los niños solían jugar en una placita ubicada al fondo del local, equipada con hamacas y toboganes. Según testigos, el menor tocó un tejido metálico y sufrió una descarga eléctrica. Al advertir la situación, otros niños alertaron a los padres, quienes encontraron al pequeño inconsciente.
El comerciante del lugar notificó a la Policía y a UTE, que inició una investigación para determinar el origen del incidente. Paralelamente, una enfermera que vive cerca del almacén inició maniobras de reanimación junto con un familiar del niño. Otra enfermera del hospital local continuó el procedimiento durante el traslado al centro asistencial.
El director del Hospital Pereira Rossell, Álvaro Galiana, detalló que el menor llegó en estado extremadamente grave. Fue reanimado e intubado en el hospital de Pando antes de ser trasladado al Pereira Rossell, donde permanece en CTI. "El niño está evolucionando favorablemente, aunque con lesiones graves en las manos, que muestran puntos de entrada y salida de la descarga", informó Galiana.
UTE está investigando si existió algún tendido eléctrico defectuoso en las inmediaciones del almacén. Por el momento, no se han determinado las causas exactas de la descarga, y se manejan varias hipótesis.
La madre del niño calificó el episodio como "un milagro de Dios". "Fue una situación desesperante. Estamos agradecidos con las enfermeras que actuaron rápidamente y lograron salvarle la vida a mi hijo", expresó.
Por su parte, el comerciante indicó: "Nunca había ocurrido algo así. Aquí vienen niños a jugar todos los días, pero esta vez algo falló, y estamos colaborando con las autoridades para esclarecer lo sucedido".
Expertos recuerdan que, en casos similares, es fundamental mantener la calma y realizar maniobras de reanimación inmediatamente. "Separar a la persona de la fuente de descarga usando materiales no conductores y realizar masaje cardíaco y respiración boca a boca son acciones clave hasta que llegue la asistencia médica", enfatizaron especialistas.
El caso sigue bajo investigación, mientras el menor continúa recuperándose con cuidados intensivos.
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