28 de marzo de 2025 - 20:00 Las negociaciones dentro de la Coalición Republicana para la distribución de cargos avanzan con más dificultades de las previstas. El proceso enfrenta trabas en el orden de selección de los puestos, la definición de nombres y tensiones internas en los partidos debido a postergaciones de dirigentes que esperaban ser designados.
Uno de los principales focos de conflicto se da dentro del Partido Nacional. La promesa de Álvaro Delgado de incluir a Valeria Ripoll en la lista de cargos ha generado malestar en la interna blanca. Según informaron dirigentes a Telenoche, su posible designación podría provocar una fractura inesperada en el partido.
Las conversaciones están en pausa hasta el lunes, pero algunos acuerdos ya están definidos. El sector de Javier García aseguró el primer lugar en la repartición de cargos y designará a Laura Raffo como presidenta de Antel. El segundo puesto corresponde al Partido Colorado, y se destinó a OSE, donde el nombre que suena con más fuerza es José Amy.
El cuarto lugar, correspondiente al sector de Sergio Botana, está destinado a UTE, pero allí surgen nuevas complicaciones. Varios de los dirigentes en carrera para ocupar el cargo también son candidatos en las elecciones departamentales, lo que pone en duda su disponibilidad. Entre los nombres que se manejan para la dirección de UTE están José Yurramendi y Christian Morel.
Posibles cambios tras las departamentales
Este escenario de indefinición también está condicionado por las elecciones departamentales. Algunos dirigentes de los partidos de la coalición evaluarán su futuro según los resultados en sus respectivos departamentos. Si resultan electos intendentes, asumirán sus cargos municipales; en caso contrario, podrían optar por los puestos en el Estado que se les prometieron.
Mientras tanto, tanto blancos como colorados planean definir un representante que pueda participar en las negociaciones y en las próximas discusiones presupuestales. Las decisiones en juego no solo impactarán en la estructura de la coalición, sino también en la estabilidad política interna de cada partido.