Este domingo se celebrará la primera vuelta de las Elecciones Nacionales , un proceso en el que más de 2,7 millones de ciudadanos están habilitados para votar.
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SUSCRIBITEA días de las Elecciones Nacionales, la incertidumbre entre los uruguayos parece reflejar un cambio cultural, donde el interés político se diluye en comparación con el pasado.
Este domingo se celebrará la primera vuelta de las Elecciones Nacionales , un proceso en el que más de 2,7 millones de ciudadanos están habilitados para votar.
Sin embargo, los expertos señalan que esta campaña ha sido una de las más “frías” y con el mayor porcentaje de indecisos de los últimos años. Al cierre de la campaña, cerca del 10% de los uruguayos aún no había definido su voto, mientras que el interés general en la política muestra una notable disminución, lo cual se reflejó en una baja histórica de participación en las elecciones internas de este año, donde solo votó el 36% de los habilitados.
Rafael Porzecanski, director de Opción Consultores, calificó la campaña como “fría” y señaló que muchos uruguayos han mostrado un marcado desinterés por la política. Este fenómeno se atribuye en parte a una tendencia cultural en la que los temas políticos compiten con otras áreas de atención en plataformas digitales.
Por su parte, el politólogo Mauro Casa indicó que, frente a un escenario polarizado, esta falta de interés puede generar un impacto en la decisión final, ya que los indecisos, quienes se dividen equitativamente entre diferentes grupos de edad y género, serán los que posiblemente definan los resultados.
El voto en blanco y anulado han sido opciones que algunos ciudadanos utilizan como forma de expresar disconformidad con el sistema político. Aunque estas opciones de voto se han mantenido estables en los últimos años, con un pico del 4,16% en 1994 y un último registro de 2,95% en 2019, los especialistas advierten que este fenómeno podría aumentar.
Mauro Casa explicó que este tipo de votos tienen incidencia en la elección, ya que el candidato que desee evitar una segunda vuelta necesita alcanzar el 50% más uno de los votos emitidos, no de los habilitados.
El resultado de la votación también definirá la composición del Parlamento. En este sentido, los bloques partidarios aspiran a obtener mayoría parlamentaria, un objetivo que exige al menos un 45% de los votos. La segunda vuelta, programada para noviembre, tendrá solo dos hojas de votación y definirá la fórmula presidencial más votada.
Mauro Casa señaló que, en este contexto, un "empate" o una votación sin grandes diferencias favorece al partido mayoritario, ya que el sistema tiende a fortalecer a los grandes bloques.
Los estudios señalan que el perfil del votante indeciso en Uruguay es diverso. Aunque no hay una distinción clara en cuanto a edad o género, el nivel educativo y la influencia familiar suelen jugar un papel importante en la toma de decisiones. Muchos de estos ciudadanos optan por decidir su voto en los días previos a la elección, lo cual representa un reto para las consultoras de opinión pública en sus proyecciones finales.
A días de la elección, la incertidumbre entre los uruguayos parece reflejar un cambio cultural, donde el interés político se diluye en comparación con el pasado.
Según Mauro Casa, “la política enfrenta nuevos desafíos de atención en un contexto altamente competitivo”, una tendencia que, según especialistas, podría marcar el rumbo del sistema político uruguayo en las próximas elecciones y abrir paso a una mayor diversidad de partidos y opciones de voto.
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