El martes, Juan Castillo, designado ministro de Trabajo para el próximo quinquenio, validó el resultado de las elecciones en Venezuela y dijo que Edmundo González Urrutia “se autoproclamó” presidente.
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SUSCRIBITELas expresiones del futuro ministro de Trabajo también fueron criticadas por los legisladores electos Sebastián Da Silva y Gerardo Sotelo.
El martes, Juan Castillo, designado ministro de Trabajo para el próximo quinquenio, validó el resultado de las elecciones en Venezuela y dijo que Edmundo González Urrutia “se autoproclamó” presidente.
Castillo sostuvo que “los venezolanos han elegido a este Gobierno y se está integrando”, al tiempo que preguntó “¿quién es Urrutia?” que “se autoproclama presidente” y “tampoco mostró las actas”.
Tras las palabras de Castillo, la senadora Graciela Bianchi las calificó de “muy peligrosas, absolutamente rechazables e indignantes. Creo que si el presidente electo Yamandú Orsi se mejora rápidamente de su operación debería sacarlo, antes de que asuma. Es una posición absolutamente extrema”.
Bianchi agregó que Castillo, con sus palabras, intentó “humillar” a González Urrutia y “se burló” de la oposición venezolana. “No solo demostró lo que piensa, que (los comunistas) son antidemocráticos. No creen en la democracia, son partidarios de la dictadura del proletariado y no se apearon nunca de esa ideología”, sentenció.
Por su parte, el senador electo por el Partido Nacional, Sebastián Da Silva, escribió en su cuenta de la red social X que “Castillo y los tupas pueden decir cualquier cosa con respecto a Maduro. El que no puede hacer lo mismo es el futuro canciller. Hay que esperarlo, controlarlo y eventualmente cuestionarlo. Que el pueblo uruguayo quede tranquilo que cuidaremos la decencia nacional”.
Gerardo Sotelo, diputado electo por el Partido Independiente, se pronunció a través de la misma red social y se expresó contra “la ideología comunista”.
“El cinismo, el desprecio por los derechos humanos, la indiferencia ante el sufrimiento de las víctimas. El comunismo es, además de una ideología criminal, una perversión moral. Un asco”.
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