29 de octubre de 2024 - 17:23 El próximo martes 5 de noviembre, Estados Unidos celebrará sus elecciones presidenciales en una contienda que enfrenta a la demócrata Kamala Harris y al republicano Donald Trump, ambos cerrando sus campañas con una ajustada diferencia en las encuestas.
La elección se sigue de cerca en Uruguay y el resto del mundo, ya que el resultado podría influir en temas clave como las relaciones comerciales, la política exterior y los acuerdos de seguridad.
Hasta el martes 29 de octubre, más de 47.7 millones de estadounidenses ya emitieron su voto de manera anticipada, lo que refleja la polarización y el interés de los votantes en esta elección.
Según el sistema del colegio electoral, para ganar, el candidato debe obtener al menos 270 votos electorales. En la mayoría de los estados, quien obtenga la mayoría se lleva todos los votos electorales de ese estado, salvo excepciones como Maine y Nebraska, que asignan sus votos de forma proporcional.
Las encuestas reflejan una competencia cerrada. Según el promedio de sondeos de FiveThirtyEight al 29 de octubre, Harris supera a Trump por un escaso margen de 1,4 puntos, con un 48,1% frente a un 46,6% de la intención de voto. En estados bisagra como Florida, Pensilvania y Arizona, los candidatos enfocan sus últimos esfuerzos de campaña, conscientes de que estos territorios podrían definir la elección.
Para los estadounidenses, el voto popular no es el único determinante; el sistema de colegio electoral implica que los candidatos deben asegurar los votos de estados clave, más allá de la mayoría nacional. Desde Uruguay, se observa con interés cómo este complejo sistema puede definir no solo el futuro de Estados Unidos, sino también sus relaciones internacionales.
La elección de 2024 se desarrolla en un contexto de debates intensos sobre temas como la economía, la inmigración, el cambio climático y la seguridad, lo que añade mayor relevancia a los resultados y a las propuestas que cada candidato presenta en sus cierres de campaña.