21 de octubre de 2024 - 08:51 Lo que parecía poco probable, está sucediendo: Corea del Norte ha vuelto a la vida bélica, y Kim Jong-un se alineó con Rusia en la guerra con Ucrania y anunció que está dispuesto a alinear a Taiwán, territorio que además lucha por su independencia ya que China la considera una isla de su territorio.
El regreso
Desde el inicio de 2024, el régimen de Kim Jong-un ha llevado a cabo una serie de pruebas de misiles y ejercicios militares que han generado preocupación tanto en Corea del Sur como en Estados Unidos. Estos movimientos son vistos como una respuesta a las crecientes presiones internacionales y a las sanciones impuestas por su programa nuclear.
Corea del Sur convocó el lunes al embajador ruso en Seúl para denunciar la decisión de Pyongyang de enviar a miles de soldados en apoyo a Moscú en su guerra en Ucrania y pidió su "retirada inmediata".
Unos 1.500 soldados de las fuerzas especiales norcoreanas están ya en Rusia para aclimatarse y serán desplegadas pronto en el frente, declaró el viernes la agencia de inteligencia surcoreana, que cree que se enviarán hasta 12.000 militares en total.
El viceministro surcoreano de Relaciones Exteriores, Kim Hong-kyun, expresó las "graves preocupaciones" de Seúl sobre el envío reciente de tropas norcoreanas a Rusia y pidió "la retirada inmediata" y "el cese de la cooperación en este ámbito", declaró su ministerio en un comunicado.
Ir por Taiwán
El mandatario chino, Xi Jinping, ha instado a su ejército a prepararse para la guerra, específicamente en relación con Taiwán. En una reciente visita a una brigada de la Fuerza de Cohetes, Xi enfatizó la necesidad de "intensificar la formación de las tropas" y "mejorar la preparación y capacidades de combate" para salvaguardar los intereses nacionales.
Este llamado se produce en un momento en que China está llevando a cabo maniobras militares alrededor de Taiwán, lo que ha elevado las tensiones en el estrecho.
Ahora, la combinación del resurgimiento militar en Corea del Norte y los preparativos bélicos de China plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad regional. La comunidad internacional observa con atención cómo estos dos actores pueden influir en el equilibrio del poder en Asia.
Con información de AFP.