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Vaticano

"Habemus Papam": así se elegirá al nuevo sucesor de Francisco

La muerte de un pontífice activa un complejo protocolo que combina tradición milenaria con adaptaciones modernas.

21 de abril de 2025 - 07:38

Cuando fallece un papa, la Iglesia Católica se embarca en un proceso simbólico y tradicional que enmarcará la elección del nuevo pontífice que será anunciado tras la frase: "Habemus Papam".

Velatorio

Tras el fallecimiento del papa Francisco, el camarlengo certificó oficialmente la muerte y procedió a destruir el Anillo del Pescador, símbolo del poder papal, para evitar su uso indebido.

El cuerpo del Papa será vestido con las vestiduras papales, tendrá un rosario y un ejemplar del Evangelio entre las manos. El cuerpo será velado en la Basílica de San Pedro durante varios días para que los fieles puedan rendir homenaje.

Misa y entierro

La ceremonia principal es una Misa de Réquiem solemne, presidida por el decano del Colegio de Cardenales y concelebrada por cardenales y obispos. Se incluyen oraciones, lecturas y cantos en varios idiomas, reflejando la universalidad de la Iglesia.

Luego, el cuerpo se coloca en tres ataúdes (de madera de ciprés, plomo y olmo), sellados con cera con el escudo del Papa, y se depositan monedas acuñadas durante su pontificado. El lugar de sepultura suele ser una tumba especial dentro de una basílica vaticana o en una iglesia de especial devoción para el Papa.

El Cónclave

La elección del nuevo Papa es un proceso riguroso y secreto que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina del Vaticano, bajo estrictas normas para garantizar la independencia y legitimidad de la elección.

Se convocan a todos los cardenales menores de 80 años para que viajen a Roma. Antes del cónclave, los cardenales se reúnen para discutir la situación de la Iglesia y las cualidades que debe tener el nuevo pontífice.

Los cardenales electores juran mantener el secreto y quedan aislados del mundo exterior al ingresar a la Capilla Sixtina, sin acceso a teléfonos o medios electrónicos, para evitar influencias externas.

Voto por mayoría

Se realizan hasta cuatro votaciones diarias (dos por la mañana y dos por la tarde). Cada cardenal escribe en una papeleta el nombre de su candidato bajo la frase en latín Eligo in Summum Pontificem ("Elijo como Sumo Pontífice").

Para ser elegido, un candidato debe obtener una mayoría calificada de dos tercios más uno de los votos, asegurando un amplio consenso. Si no hay acuerdo, las papeletas se queman y el humo que sale por la chimenea es negro, señal de que continúa la elección.

Cuando un candidato alcanza la mayoría requerida y acepta, las papeletas se queman con sustancias que producen humo blanco, anunciando al mundo la elección.

Seguidamente, el cardenal decano pregunta al elegido si acepta el cargo. Al aceptar, el nuevo Papa elige su nombre pontificio y se viste con la sotana blanca.

La frase "Habemus Papam"

Tras la fumata blanca, el anuncio público es uno de los momentos más esperados y simbólicos. Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, se proclama en latín: "Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!"

A continuación, se presenta al nuevo pontífice, quien ofrece su primera bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) y será el momento en que el mundo católico conocerá oficialmente al nuevo líder espiritual.

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