17 de diciembre de 2024 - 11:15 Las grabaciones, realizadas entre 1989 y 1991, en formato cassette y DAT, fueron encontradas por Gregg Musgrove, un expolicía que se dedica a a buscar tesoros. El exagente contó que tiempo atrás un conocido lo contactó por un almacén antiguo que había comprado en Van Nuys. El espacio había pertenecido a Bryan Loren, productor musical y colaborador de Michael Jackson en el álbum Dangerous.
Para Musgrove, este hallazgo es "un botín digno de un rey". De todas formas, la posibilidad de que estas canciones sean lanzadas al público son escasas. Porque la empresa que cuida del patrimonio de Michael Jackson, MJJP Records, mantiene los derechos de explotación de todas las grabaciones del artista. Por lo tanto, las copias encontradas por Musgrove no pueden ser utilizadas con fines comerciales. Esto implica, en los hechos, que cualquier intento de publicar o vender estas canciones sin la autorización correspondiente sería una violación de los derechos de autor.
Entre los temas encontrados hay canciones completas, versos y también coros. Una de las registradas es “Don’t believe it”. Según adelantó la firma, las canciones pertenecen legalmente al patrimonio de Michael Jackson. Por lo tanto, aunque el expolicía Musgrove descubrió las cintas, no posee derechos sobre las grabaciones. Los custodios del patrimonio de Jackson afirmaron que las grabaciones originales están en sus archivos y que cualquier uso que se quiera hacer de las canciones halladas sin su autorización está prohibido. Musgrove por su parte ha recibido una carta oficial que certifica que no reclaman la propiedad física de las cintas encontradas, pero advierten sobre cualquier uso de las canciones, recordándole que está prohibido por derechos de autor.
El descubrimiento causó un gran impacto en la industria musical, aunque en los hechos esto difícilmente se convierta en una nueva publicación de las canciones de Michael Jackson porque existe un impedimento legal.